Verificar que el refrigerador esté bien nivelado.
Limpiar su refrigerador periódicamente todas las semanas.
No colocar alimentos calientes.
Mientras más lleno esté el refrigerador, menos energía consume.
De vez en cuando, aspire (o cepille) el polvo del condensador.
De vez en cuando, limpie el compartimiento del congelador de acuerdo a las instrucciones de su aparato.